Acerca de mí
Ana Maria Barb
Terapeuta
Antes de dedicarme a acompañar a otros empecé mi propia búsqueda para comprenderme mejor, dejar de sufrir tanto y de forma gratuita. Tuve la suerte de ser acompañada por buenos profesionales que me ayudaron a comprender cómo funciona la mente y cómo una buena gestión de las emociones. Ahora en mi trabajo como terapeuta, pongo a disposición lo que aprendí a través de mi formación académica y de la propia experiencia.
Actualmente, atiendo a personas en sesiones de terapia individual presencial en Barcelona y online, doy terapia de grupo y realizo varios talleres y formaciones.
Mi experiencia
Terapeuta Gestalt con enfoque desde la mirada del Trauma, Terapeuta Corporal Integrativa, Consteladora Familiar formada en Institut Gestalt, Barcelona.
Terapia Gestalt y Constelaciones Familiares con Joan Garriga en Institut Gestalt, Barcelona.
Terapia Corporal Integrativa con Dr. Antoní Aguilar en el Centro de Terapia Corporal Integrativa, Barcelona.
Miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG).
Formada en Psicoterapia Integradora del Trauma, Modelo Aleceia. Con Mario Salvador y Carmen Cuenca en Sant Cugat, Barcelona.
Formada en PNL con Vicens Olivé, Sexualidad Femenina con Mireia Darder y el Programa SAT del Dr. Claudio Naranjo.
Instructora de Meditación Budista, por la Fundación Sakya, Valencia.
He realizado varios cursos sobre Psicología a través de la Universidad Yale de Estados Unidos.
Actualmente cursando el grado de Psicología en la UOC, Universitat Oberta de Catalunya.
Entrevista al Maestro de meditación y Psicólogo Juan Manzanera sobre Meditación y Terapia.
Testimonios
Patricia
5/5
«Tras haber iniciado terapias con otros profesionales y no sentir que eran para mí, di con Ana, sintiendo desde el primer momento que ya había encontrado a la profesional adecuada. Ha sido una elección de la cual me siento profundamente agradecida y que sin duda se convierte en mi referencia para continuar mi proceso personal. En sus sesiones he recibido, entre muchos otros, uno de los aprendizajes que considero más importantes para poder seguir avanzando, saber identificar emociones y desarrollar estrategias para gestión de las mismas. En todo momento me he sentido acompañada de una gran profesional con quien la comunicación era simplemente fácil, donde contar cada uno de los recovecos de mi vida era simplemente sencillo y liberador».
Montse
5/5
«De las sesiones de Mindfulness que hice con Ana Maria sólo puedo decir que me llevo cosas muy positivas empezando por su personalidad y simpatía y terminando por la paz, la tranquilidad y energía que nos ha transmitido a través de las meditaciones y relajaciones que ha propuesto. Me surge decirle: ¡muchas gracias por todo! Un abrazo muy grande desde el corazón».
Irene
5/5
«Acudí a Ana Maria porque estaba pasando por un momento difícil en el que se juntó la muerte de mi padre, el tomar la responsabilidad de cuidar a mi madre, enferma de Alzheimer y el tener que irnos a su casa a vivir porque en ese momento fue la decisión que creímos mejor. Desde la primera sesión me sentí muy escuchada, entendida y arropada. Ana Maria te hace sentir muy cómoda y a la par con su acompañamiento me hizo sacar patrones, creencias, dolor emocional. Además de un dolor en la espalda que somatizaba hace tiempo que en el proceso terapéutico con ella se acabó yendo. Ella te ayuda a ver tus sombras, a reconocerte de una forma más profunda. Estoy muy agradecida por el acompañamiento que he tenido. Si estás buscando una terapeuta, ella es la indicada. Muchísimas gracias Ana Maria».
Marta
5/5
«Defino las constelaciones familiares como la muestra de una realidad limitante que no quieres ver mediante lo corporal. La verdad que no es fácil, es liberador, pero no es nada fácil cuando lo estás viviendo. Salen patrones muy arraigados en tu subconsciente que no te queda otra que hacerte responsable de ello, o seguir como estabas, aunque una vez lo ves creo que es muy difícil mirar hacia otro lado. Constelar es un desafío pero con el sostén que te brinda Ana la seguridad, la paciencia, la humildad que te genera se hace mucho más fácil. Yo soy de las que me apellido «resistencias», pero tranquila, te van a durar poco (siempre que estés dipuesta), cuando entres en la sala donde esté ella. Gracias Ana por esas horas tan delicadas que pude vivir a tu lado. Ahora toca seguir trabajando».
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